El concepto de Costos Ocultos es relativamente fácil de interpretar, lo realmente dificultoso radica en descubrirlos, darles valor y luego reducirlos o desterrarlos de nuestra empresa.
A veces ni siquiera son solo costos, tenemos fugas de ganancias que no captamos, que dejamos que se desperdicie, en la atmosfera.
En cualquier momento podemos asignar tiempo y recursos para identificar estos “lucros cesantes” y costos ocultos, pero cuando el sector atraviesa un mal momento, no podemos darnos el lujo de no intervenir haciendo algo al respecto.
Podemos estudiar área por área, tratando de encontrar recursos desperdiciados, mal utilizados, o poco eficientes. Un recurso muy común que esté afectado por lo que mencionamos anteriormente es el tiempo.
El tiempo útil puede verse desperdiciado en vicios de falta de organización, falta de planeamiento de las tareas, o hasta quizás falta de objetivos diarios, metas de corto plazo, que, al no estar claras, no somos conscientes de la falta de eficiencia. Luego hemos visto trabajar fuera de los horarios habituales para tratar de compensar estos desajustes.
Hemos hablado anteriormente en la gestión de tiempo muertos, es decir, el operario es responsable de encontrar alguna tarea secundaria a su tarea principal, cuando ésta esta interrumpida o cumplida, pero además es responsabilidad de quien supervisa o es responsable de esa área.
Los sucesivos cambios generacionales nos llevan a una idea de trabajo por objetivos y me parece muy loable, pero debemos tener en cuenta que hay que plantear claramente los objetivos a cumplir y poner plazos que sean claramente estipulados y comunicados.
Según el puesto o la tarea en particular, puede haber descansos, muchas veces acompañados por nuestro apreciado mate, a veces puede ser algún refrigerio o merienda. Estos temas hay que abordarlos y normarlos, para que lo que empieza como un beneficio al operario no se transforme en un perjuicio a la empresa, si luego se desvirtúa.
La falta de coordinación de las tareas o actividades hace que muchas veces se puedan resentir las relaciones entre miembros del equipo, por lo cual, insisto es fundamental la cuestión organizativa, y hay que dedicarle el tiempo necesario. La confianza y la rutina nos juegan en contra para mantener estructuras, qué, aunque parezcan tediosas o aburridas están colaborando para evitar conflictos.
Hay otros costos ocultos graves, que como son de poca importancia en el día los menospreciamos, pero a lo largo del mes o de la temporada, o incluso del año suman cifras que nos sorprenderían. Claros ejemplos de esto son alimentos que manejamos a granel, por ejemplo, las mermas por voladuras de maíz partido o molido, los bordes de los silajes, bandejas de descarga del mixer con excesivo desgaste, o inclusos los pisos de los mismos mixers, que en cada pasada pierden apenas unos granos, pero a lo largo de todas las cargas, de todo el recorrido suma un montón de comida, que no nos impacta tanto por cómo está distribuida. Luego de una lluvia fuerte suele verse con mayor claridad la comida desperdiciada, porque los que estaba tapado con tierra o polvo se lava y además porque los granos en el suelo suelen “hincharse” haciendo su tamaño mayor.
Podemos mencionar también perdidas de combustibles, ya sea en el tractor, en las conexiones del petrolero, llaves de paso que no cierran bien etc. Pero también existen otros muy evitables, cómo por ejemplo dejar las mangueras de sistemas hidráulicos de los implementos cargadas, debiendo derramar aceite necesariamente para poder colocarlas nuevamente.
La urgencia o esa dinámica de operario tan ocupado es muy inconveniente. Debemos diseñar los puestos de trabajo para que el operario tenga tiempo para realizar los mantenimientos correspondientes, sino caeremos en costos explícitos de roturas y costos no tan visibles de desgastes prematuros.
Volviendo a los alimentos, un error común es la forma de administrar los núcleos vitamínicos minerales, buscando hacer las tareas más rápido no solemos tener demasiado celo en dar las cantidades exactas, y tenemos costos extras al sobre dosificar el núcleo o pérdidas de eficiencia o incluso de engorde si sub dosificamos.
Debemos entender que, si por una mala asignación de cantidad de comida un animal solo comió los nutrientes para satisfacer su mantenimiento, los costos fijos son iguales que si comió para ganar 1 kg o 1,2 kg /cab/día. Esta diferencia, tan básica si se quiere, es la gran diferencia.
También es común que la infraestructura no colabore, evitamos inversiones para utilizar viejas estructuras y todos los días pagamos en horas hombre y combustible distancias que no dejan que optimicemos los tiempos.
Tener un animal entero en tropas de novillos, que suelen generar “montados” con problemas de comportamiento, como no querer pararse para ir a comer, o incluso animales que terminan con problemas irreversibles de tren posterior, por no revisar o clasificar. La incidencia de animales dominantes y dominados está claramente difundidas, pero seguimos encontrando rangos de peso demasiados amplios, o machos con hembras o enfermos con sanos. Pérdidas que nos cuestan caro, aunque no salga un cheque con muchos ceros. Podemos agregar además que no detectar a tiempo los animales con enfermedades nos generan enormes pérdidas, de nuevo, menospreciamos una tarea sencilla que es recorrer periódicamente la hacienda, detectando síntomas de decaimiento, acidosis, enfermedades respiratorias, infecciones o cualquier otra afección que pudiera sufrir el ganado bovino.
Problemas como el barro, o incluso la falta de sombra, nos quitan potencial de engorde, está más que estudiado y medido.
Hay que hacer plan de inversiones, para épocas que económicamente, la ecuación de insumo/producto sea favorable, pero para ese entonces las inversiones estén discutidas y priorizadas. Mejorando la logística de los procesos tranqueras adentro, siempre mejoramos la eficiencia, y por consiguiente reducimos los costos ocultos.
Alguien dijo que la felicidad no es una meta sino una forma de vida, creo que con la búsqueda de la excelencia es similar.
Recapitulando, es un sano ejercicio disponer de un tiempo para interactuar con el equipo de trabajo, tratando de que entre todos podamos visualizar costos ocultos y lucros cesantes.
Autor: Lic. Luciano Burcaizea