“El liderazgo no consiste en estar al mando, sino en cuidar a las personas a cargo”
Simon Sinek
Es irresponsable actuar instintivamente todo el tiempo, no recurrir a la prioridad puede resultar profundamente nocivo para el puesto que nosotros ocupamos, entonces de alguna manera debemos poner sobre la mesa cuál son nuestras responsabilidades.
Diseñar una agenda con una cantidad de tiempo necesario, que tenga prioridades, para poder así ser coherente con el tiempo que le dedicamos a cada área, a cada recurso.
No puedo dejar pasar por alto la importancia de la supervisión, supervisar implica acompañar, implica formar, implica fortalecer, implica un seguimiento no desde el mero control, si no desde el ánimo de equipo, desde estar, para que, si de alguna manera alguien me necesita, exista esa cercanía.
Presupuestar los tiempos colabora en forma directa con estas situaciones. Si hay personas que dependen de otras para hacer bien su trabajo, si quien supervisa está totalmente desbordado, difícilmente esto genere la confianza para hacer una pregunta, para hacer una consulta, para qué ante una duda confirmar el camino correcto, con lo cual esa imagen de un supervisor desbordado de trabajo, de responsabilidades, totalmente ocupado, es lo más ineficiente en todo aspecto. Solamente las personas que logran organizar su tiempo pueden llegar a ser eficientes, y eficientizar el equipo que lideran o pretende liderar, entonces, el supervisor de alguna manera tiene que estar abierto y con la soltura para hacer sus aportes, a esa área que tiene cuestiones nuevas, cuestiones distintas, cuestiones innovadoras, logrando resultados más rápidos, mejores, con más profundidad, con mayor cantidad de información, cada tarea o actividad.
Incluso si está normado en qué momento físico de la agenda semanal o diaria vamos a destinar tiempo y recursos para la organización del equipo, es decir no es lo mismo un lunes a primera hora que un viernes a última hora, cualquiera de los dos son útiles para determinada cuestión, pero podemos dejar pautadas las cosas claves de la semana siguiente, podemos dejar alguna información inconclusa hasta que pase el fin de semana, como puede ser entrada hacienda, cantidad hacienda apartada, hay una cantidad de datos que se pueden terminar de ajustar, pero es mejor cuando tenemos días determinados, porque así nos ordenamos todos, quien pretenda supervisar en una forma correcta y coherente a un equipo deberá también darle la posibilidad a los subordinados de traer propuestas, de ayudar, de ajustar el equipo, de ajustar las normas de convivencia, de pedir un cambio de alguna cuestión especifica. Todo esto lo único que nos hace es enaltecer el líder o de alguna manera abrir la capacidad de ese equipo.
Cuando hay temor sobre algo, como por ejemplo cuando uno crece en su área y hay actividades que nunca ha visto, nunca las ha hecho, solamente los buenos valores nos van a dar la fortaleza para trabajar sobre un tema que uno no conoce, para lograr criterio empresarial, debemos haber llegado con la confianza de poner nuestros esfuerzos y buna voluntad para lograrlo, tener actitudes humildes para nutrirnos de experiencias cercanas es muy recomendable. Toda la cuestión técnica se puede aprender, con mayor o menor esfuerzo. Lograr criterios es un camino largo pero mas seguro.
Ahora bien, quien use la experiencia propia para recortar poder, realmente va a tener un problema que es no poder trabajar en el equipo nunca. Esas prácticas son parte del pasado, pararnos arriba de lo que sabemos, para que alguien dependa de mí, y mi valor pase por ahí, es de corto plazo. Hoy la dinámica de los ciclos y la velocidad de la información deja obsoleto el modelo de “quien pagó derechos de piso” haga pagárselos a los nuevos subordinados.
Hoy debemos ser desprendidos del conocimiento, sino nos estancamos individualmente y como equipo, y eso es algo que no nos podemos permitir para ser competitivos. Esto no permite que el resto forme esos criterios necesarios, ya que solo nos dejan ver un aparte de la película, y al no poder ver un todo, nos deja sin entendimiento y nos redime a quien dirige.
Es bastante común cuando vemos que quienes pretenden liderar equipos de alguna manera les cuesta dejar en evidencia estas cuestiones organizativas.
A veces hay que empezar por lo más aburrido, hay que empezar con una reunión de diagnóstico, hay que empezar a blanquear situaciones sobre falencias o determinadas faltas de información, que puede tener alguien que lidera.
Liderar no solamente desde el saber, se puede liderar desde los criterios, se puede liderar desde el acompañamiento, en cada tema en particular, entonces primero que nada tenemos que asumir esas cuestiones y desde los valores lograr alianzas con quienes nos rodean, para conseguir justamente el complemento.
Entonces, unificar los talentos de un equipo es lo único que nos puede de alguna manera llevar a ser eficientes, porque si sólo hacemos y avanzamos con los que tenemos afinidad, vamos a tener un área muy bien cubierta y un montón de áreas descubiertas.
Como reflexión podemos creer que, organizar la agenda, sentarnos con los que tenemos menos afinidad, con más razón incluso, entender cuáles son sus preocupaciones, exponer los miedos de uno, eso es mucho más sano de lo que pensamos en general, no debilita para nada al líder.
Dejar en claro atrás de qué objetivo estamos, continuamente bregando todos los días hace que el otro tenga la posibilidad de entender porque es mi forma de actuar, porque es que estoy pendiente y pregunté muchas veces por lo mismo, porque me genera intranquilidad, por ejemplo.
Entonces está bien demostrar que uno puede estar intranquilo por tal o cual tema, así entonces transferir de alguna manera hasta los propios temores de no lograr los objetivos, genera confianza porque voy a ser una persona mucho más cristalina con mi entorno. Y claramente voy a poder sacar lo mejor de cada uno de mis colaboradores en el afán de lograr éxitos a través del espíritu de equipo.
Para poder liderar debo conocer en profundidad a mis colaboradores, entender sus lógicas, sus tiempos, sus capacidades y talentos. Las cosas que los motivan. Para eso debo asignar tiempo, de calidad. Y es tiempo que debo presupuestar en mi agenda como líder.